Nacer, o nacer de nuevo

Os vamos a presentar a los nuevos chispillos que en Facebook ya los habréis visto pero no han sido presentados oficialmente.

Hace unas semanas llegaron en acogida Dolça y sus bebés. Uno de ellos no pudo salir adelante y a los 5 días se nos fue, es el gran problema con los recién nacidos... Pero las enanas Punky y Panda (que así las bautizó Ester) salían adelante como dos campeonas! Lo que ni ellas ni su madre sabían es que a las dos semanas llegaría otro bebé que necesitaría a Dolça para tirar adelante. Leo fue recibido con los brazos abiertos por las tres, y él encantado de tener tanto besuqueo alrededor a todas horas!!
Las dos chicas han salido de lo más cariñosas! Pero no se podia esperar otra cosa cuando su madre es encantadora!
Dolça, Punky, Panda y Leo estarán en adopción en breve y si alguien quiere conocerles puede venir sin ningún problema!

 

Y Rocky es un superviviente, un gato que nunca sabremos cuánto tiempo se ha pasado así pero sí sabemos que no habría aguantado mucho más hasta caer enfermo.

A él lo encontraron en la colonia de Gats 4 Camins, les llamó la atención porque llevaba un collar puesto. Cuando consiguieron cogerlo vieron que el collar estaba metido en su cuello.

Es el típico caso del animal al que le ponen un collar de pequeño y lo abandonan con él puesto. El cuello crece pero el collar no. ¿Consecuencia? Que el collar le hace tal herida que se le mete dentro de la carne del cuello, y en muchos casos esto puede matarles. ¿Desagradable? Pues imaginad el dolor que pasan ellos!!! No les pongáis ni collares ni cascabeles a los gatos, por favor. Se evitaran muchos disgustos.

Y el pobre Rocky ahora descansa aquí, ya curado y poco a poco recuperándose. Desconfía un poquito pero en medio minuto se relaja y vuelve a dormirse en la cama.

Cuando les veo así siempre pienso en la sensación que nos da cuando llegamos a casa y nos quitamos los zapatos, ese alivio tan bueno que nos da. Calculad cómo se siente ahora él después de haberle quitado el collar que lo ahogaba!!!

 

 

 

Así que aquí hay unas vidas que de milagro se han salvado, que gracias a varios humanos van a estar muuuuuuuuuuuuchos años con la familia que decida adoptarlos.

Vidas de 100gr que luchan a cada minuto por seguir adelante, vidas que luchan cada día porque no se rinden a pesar del dolor.

 

Vidas ejemplares, que merecen una familia que les dé lo que se merecen todos: Felicidad.