lunes, 24 de febrero de 2014

Xina, hasta otra, bonita...

Siempre espero para dar las malas noticias, principalmente porque se me acumulan las palabras y no sé qué decir...
Pero esta vez sí lo tengo claro.
Llevábamos unos días viendo venir este fin... Hoy Xina ya descansa en su cielo gatuno, Xina hace un rato nos ha tenido que dejar para descansar tranquila...

Algunos no la conoceréis porque Xina fue de las gatas que no pasó por aquí, nos hicimos cargo de ella pero fue directa a su casa de acogida.
No hablaré demasiado de su pasado, ni ella ni nosotros queremos recordarlo. No fue bueno.

Pero hay veces que la vida te lleva a unas situaciones increíbles en las que descubres a una gente estupenda sin haberlo imaginado.
En nuestro trabajo habrán unas 250 personas, podemos decir que unas 20 son las que nos echan una mano. Y una de esas veces en las que dimos voces buscando casas de acogida conocimos a los que han sido los padres humanos de Xina.
Un chico, Seb, al que no conocíamos más que de vista nos preguntó un día. Lo tengo en la cabeza como si fuese ayer, me hizo tanta ilusión... Le expliqué un caso que nos había llegado: Había que encontrarle casa a una gata súper graciosa a la que una chica, Rebeca, salvó de ser eutanasiada. Ella no pudo hacerse cargo de esta gata y nosotros nos enternecimos con ella.
Esta gata era Xina y en unos días ya hicimos el traslado a su casa.
Nos encontramos con una pareja increíble. Creo que Xina ha tenido que ser tan feliz que se habrá ido sonriendo pensando en ellos. Conocimos a Xina a la vez que conocimos la que iba a ser su casa y la que iba a ser su madre humana, Ana. Una chica que nunca tuvo gatos en casa pero que aceptó acoger a Xina mejor que mucha gente lo habría aceptado. Xina era una meona! Un dulce, pero meona! Sus infecciones de orina la hacían sembrar pipi allá por dónde pisaba pero cuando semanas después nos volvimos a ver con ellos, me fijé en algo curioso:
Cuando entramos a su casa Xina salia de la cocina pegaba a la pierna de Ana. ¡Eran amigas! Me gustó ver aquello porque la incontinencia de Xina no era caso fácil de llevar.

Tuvimos la suerte de cuidarla algunos días este verano. Un amor de gata, sencilla, mimosa, pasota... Xina estaba en su casa y hacía lo que quería! Al sol, pues al sol, al sofá, pues al sofá, mimos, pues ahora me haces mimos!

Pero la edad, el pasado no muy espléndido... Eso pasa factura...
Por suerte hay gente que acepta que los gatos entrados en edad puedan tener una vida feliz, que no sólo los cachorros graciosos merecen una casa!


Sólo nos queda agradecer a sus padres de acogida todo lo que han hecho por ella, que para nosotros prácticamente eran sus padres adoptivos, se ocuparan de todo siempre y nunca tuvieron una queja de Xina.
Gracias por estos meses, gracias de corazón a los dos!

Xina se ha ido con el corazón tan lleno que sólo ella sabrá :-)


Hobbits y Nya, adoptados y felices!

En enero nos dieron un aviso de Sabadell. Habían recogido a unos pequeñajos que una mujer quería matar. Gente que se dedica a dejar a sus gatos sin esterilizar y luego cuando tienen los cachorros, fuera!




Recogimos a los cuatro perlas, menudos eran! Aparte de sus correspondientes pulgas y suciedad a saco ¡eran unos cachondos!
3 minutos después de llegar a la caseta ya se habían subido a todos los rascadores, habían mordido todos los juguetes y se habían comido todo el pienso!

Los 4 hobbits, así hablábamos siempre de ellos, fueron adoptados hace unas semanas. Cada uno de ellos en una casa diferente.
Ron, Coffee, Marley y Dylan, así se llaman ahora. Los cuatro están enormes y felices con unas familias estupendas!
Y lo mejor: Dylan fue adoptado con mi preciosa Nya.
A todos les buscamos buenas familias, eso es evidente. Pero Nya (que ahora se llama Maya),era tan tan especial que no me la imaginaba lejos de mí. Salvó su vida de milagro, y merecía tener lo mejor!
Y ahí está, atormentando a Dylan como sólo ella sabe hacer. Se hizo con la casa nada más llegar, y de pensar que me iría hecha un mar de lágrimas al dejarla con su nueva familia, me fui con una gran sonrisa porque los vi a todos tan felices que supe que la mi bolita gorda no podía dar con mejor casa!
(no quitaremos que no lloré, pero me fui contenta!)

Fue una semana llena de emociones, de tener que despedir a los Hobbits prácticamente a la vez. Sabía que estarían poco con nosotros porque los cachorros salen muy rápido, pero en esos días que estuvimos se les cogió tanto cariño como si hubiésemos estado 6 meses juntos.

Coffee


Dylan
Maya
Marley
Ron


 Familias, gracias por darles un hogar a estos Chispillos y gracias por las fotos que nos vais mandando. Da gusto verlos crecer tan bonitos!!!!